A veces me pregunto si vale la pena hablar o decir, si vale la pena gritar o llorar, por que en un juego loco de azar, una loteria natural, unas almas; digamosles asi nos determinamos como hombres y otras lo hacemos como mujeres, antes de tener nuestro cuerpo fisico somos una unica concepcion, un unico sueño, una esperanza, un unico pulso.
Una vez determinado el proceso nos desrrollamos en el utero de la que alguna vez estubo como nosotros y finalmente como mujer realizo el rol de ser madre, nuestra madre. Una vez nacemos crecemos en el mundo que hemos heredado y en la vida que nuestros padres nos han legado. Intentamos sobrevivir como podemos a situaciones adversas de religiones y politicas que nos cortan las alas que dejan mas evidentes nuestras fragilidades, que nos deja en pelotas frente un sol abrasador que sólo puede quemar nuestra piel, pero caldea nuestra alma que algunas veces estalla en rabia, plantando cara llegando al heroicismo y otras bajo la capa del miedo dejando evidente la debilidad comete actos atroces y otras solo se resguarda de los golpes llorando en las esquinas
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